Los bosques y los árboles que los forman realizan funciones esenciales para todos los seres vivos:
Sumideros de CO2 y fijadores de contaminantes y partículas en suspensión negativas para los pulmones de las persona. Averigua como…
Los bosques son depósitos naturales que absorben y capturan el dióxido de carbono de la atmosfera, reduciendo su concentración. De esta forma la presencia de árboles y vegetación contribuyen a mitigar el efecto invernadero y la aceleración del cambio climático.
La captura del CO2 se realiza a través de la fotosíntesis. Es un proceso químico que llevan a cabo las plantas, consiste en utilizar la energía lumínica del sol para transformar el CO2 y el agua, en azúcares y oxígeno (O2). Los azúcares producidos sirven a las plantas como fuente de alimento. El oxígeno es el residuo generado durante la reacción química y es devuelto a la atmósfera.
Además de capturar CO2 los árboles son capaces de reducir la presencia de partículas contaminantes en la atmosfera y que pueden ocasionar problemas en nuestra salud. Los árboles atrapan impurezas de dos formas:
- – Incorporan los gases y contaminantes a través de sus estomas. Posteriormente los contaminantes se disuelven gracias al agua presente en el interior de las hojas y funcionan como fertilizante.
- – Las partículas de la atmósfera son retenidas en la superficie de las hojas. Con el viento podrían volver a la atmósfera pero si llueve las partículas se disuelven cambiando de estado.
- Comprobando así la gran importancia de los bosques, pues están implicados de forma directa en nuestra salud y bienestar, mejorando la calidad del aire que respiramos.