Los bosques y los árboles que los forman realizan funciones esenciales para todos los seres vivos:

Mejoran la calidad del suelo y la calidad del agua averigua como….


Los árboles mejoran la calidad del suelo sobre el que se desarrollan, de hecho se utilizan para recuperar suelos muy pobres.

Las especies vegetales son capaces de volver a integrar nutrientes en un suelo pobre o degradado. Un ejemplo son las leguminosas, pues son capaces de fijar nitrógeno atmosférico en el suelo, gracias a asociaciones con microorganismos u hongos fijadores.

Además a través de la descomposición de las hojas que caen al suelo se recicla la materia orgánica, aportando nutrientes a la tierra.

En cuanto al agua, los bosques actúan como una depuradora natural, mejorando la calidad del agua.

Los árboles y las plantas actúan como una esponja almacenando grandes cantidades de agua y provoca que el agua se infiltre lentamente por las distintas capas del suelo alcanzando zonas más profundas.

Gracias a la menor velocidad con la que se infiltra el agua, las raíces de las plantas y pequeños organismos son capaces de retener determinadas partículas o impurezas presentes en el agua, obteniendo de esta manera un agua limpia de gran calidad.

En la siguiente imagen se puede ver un claro ejemplo de las diferencias entre el agua obtenida en una zona con vegetación, en otra con restos de materia orgánica y en una última zona sin ningún tipo de cubierta vegetal.

En los últimos años ha cobrado mayor relevancia la importancia de árboles y plantas como depuradores de agua, siendo el uso de filtros naturales como el de la imagen cada vez más frecuente en lagos o estanques.